Add parallel Print Page Options

22 Arauná le dijo:

— Que mi señor el rey tome y ofrezca lo que le parezca mejor. Ahí están los bueyes para el holocausto y las trillas y los yugos para el fuego. 23 Todo esto, majestad, se lo entrega Arauná al rey.

Y añadió:

— ¡Que el Señor, tu Dios, te bendiga!

24 Pero el rey respondió a Arauná:

— No. Quiero comprártela a su precio. No quiero ofrecer al Señor sacrificios de balde.

Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.

Read full chapter